Quizá deberíamos dejar de planear, y empezar a volar un rato

Te prometo un siempre.

Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido
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domingo, 20 de febrero de 2011

Contigo

Hay muchas cosas en esta vida que no entiendo. No entiendo se puede echar tanto de menos a alguien. No entiendo como hay a gente a la que no le gusta la lluvia. No entiendo como puede haber gente que, mirando al cielo una noche despejada de verano, no siente nada. Y hay muchas cosas tambien que no entiendo de ti, o cosas que me pasan cuando estoy contigo. Para empezar, lo primero de todo, no entiendo porque me quieres. No entiendo porque cuando te acercas mucho a mi dejo de respirar. O que cuando me abraces respire muy fuerte. Tampoco porque soy tan importante para ti. Ni lo cabezota que puedas llegar a ser, aunque yo tampoco me rendiré, porque pienso ganarte. Que me tientes a hacer cosas que quiero hacer pero no quiero, porque no puedo, porque te quiero. Tampoco entiendo que no te haya conocido antes, me hubiera dado la vida muchas veces. Que te preocupes tanto por mi. Que llore muchas veces por las cosas que me dices, e intente ocultar mis ojos y que tu no me dejes. Lo que si entiendo es que los mejores días de mi vida sean contigo.
Que a tu lado pueda llegar a toca el cielo con mi mano.

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