Cuando te veo, el tiempo se detiene y me translado a otro lugar en el cual solo estamos los dos... en realidad ya no puedo pensar en nada más... en cuanto te veo, siento que debo tenerte aprisionado conmigo y al mismo tiempo dejarte libre.
Tu nombre es como el viento conjugado en sonidos, el fuego convertido en cenizas, el agua congelada en voces que surgen desde la profundidad de tu boca...
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