Mirad, os voy a contar lo que he soñado en el breve tiempo que dormí en mi siesta. Nos encontrábamos él (no especificaré quien) y yo, en la playa, hasta ahí todo normal. Yo tomaba el sol, mientras él jugaba a pasarse un balón de rugby con un chico al que no alcancé a verle la cara. Le estaba mirando, y creo que él era consciente de ello. Estaba todavía mojado de haberse metido antes en el agua, y eso resaltaba más todavía sus brillantes ojos y su torso expuesto al sol. Y entonces, el balón cayó a mi lado, yo me levante y se lo tiré, de lejos, con un buen pase. De repente desapareció el chico con el que estaba. Y él me devolvió el balón, me lo pasó como antes yo a el, nos pusimos a jugar, casi sin darnos cuenta. Y nos reíamos... Nos reíamos con esa sonrisa de medio tonteo que todos tenemos a veces, que nos sale sin pensar. Y le devolví el balón, y él me lo devolvió a mi. Y entonces empecé a correr, y se abalanzó sobre mí para quitármelo, pero de forma sutil, con miedo y cuidado de no hacerme daño. Acabé en el suelo, el encima de mi (como era obvio, dado que él es bastante fuerte) y el balón de por medio. Y entonces le empujé, y salió medio rodando para mi derecha, no se lo esperaba. Nuestra sonrisa no salía de su sitio y la suya lucía perfecta, como siempre. Tiré el balón, intenté levantarme hacia el lado izquierdo para seguir corriendo, lo conseguí, aunque con torpeza. Pero vino detrás y volvió a tirarme. Y empezamos a rodar, a dar vueltas sobre la arena, incluso llegando a tocar algo el agua, tan ligeros como si fuéramos plumas movidas por el viento. Y cuando paramos, nos seguíamos riendo.Ya no había nada en el medio de nosotros. Paramos de reírnos y él susurro algo... No acabo de recordar el qué. Y su boca se encontraba a escasos centímetros de la mía. Cada vez se acercaban más nuestros labios, querían ser uno, las chispas saltaban entre nosotros... Y entonces...
Si. Fue entonces cuando me desperté.
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