Bella noche de juegos.
¿Qué quieres hacer?- Pregunta sin sentido mi manera de pensar. ¡Hoy es noche de
juegos! Hoy voy a jugar hasta quedarme sin dedos y sin aliento. Pacifica
noche...¡Pero qué digo! Excitante noche de juegos con la luna sin brillar
apenas envidiosa de las radiantes luces de los sueños. Ahora, ¿Qué tenemos?
-Ansiosa pregunta. - Señor, pruebe este, es completamente nuevo y resultara de
su gusto. Agh, harto de la misma cantinela una y otra vez huí en busca de uno
más exclusivo, que solo yo había probado. Zancada a zancada me hundí más en la
noche acompañado solo de nadie (todos estaban jugando). No siento envidia, mi
juego es mucho mejor, sin comparación, inigualable, el rey. Mas no recuerdo
donde lo había dejado. Y mientras ardían las risas y estallaban los gritos con
fruición me fui quedando hueco y mustio en mi fútil búsqueda.
Cada vez menos yo. Cada
vez menos.
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