Quizá deberíamos dejar de planear, y empezar a volar un rato

Te prometo un siempre.

Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido
.

viernes, 30 de agosto de 2024

A pasitos de hormiguita veré avances de elefante

 El otro día tuve una conversación con mi pareja que me dejó un poco confusa acerca de quien soy o como estoy. Con él he aprendido (y sigo aprendiendo) mucha cosas y siento que me hace más grande y me siento mucho más llena. También que sabe de mi muchas cosas que yo no veo o no quiero ver y su punto de vista me aporta más de lo que el mío propio puede hacerlo.

Pero surgió el tema de que no estoy como siempre y hay una parte de mi que si bien antes era la que predominaba, ahora prácticamente no está. Y después de darle algunas vueltas, creo que es mi ambición. Las ganas de comerme el mundo con un propósito no están porque no siento que tenga uno. Y eso no está mal... supongo que volverá algún día.

¿Estoy bien? ¿Siento que estoy en un mal momento? Para nada. Pero si es cierto que me encuentro en un momento diferente al punto en el que estaba hace unos meses y en algunas cosas no me gusta. Me encuentro más torpe en muchas cosas, no me comunico tampoco como lo hacía antes y si estoy fuera de mi casa solo quiero volver.

En este tiempo también aprendí a perdonarme ese tipo de cosas. Aún no aprendí a que no me duelan las cosas que no hice. No me refiero a un arrepentimiento o una culpa por no hacer algo que deseaba, si no a que a un ser querido le afecte algo que cree que ha ocurrido cuando no se ha acercado y han sido, de nuevo, fallos de comunicación y de torpeza por mi parte. Quizá esas cositas que no me gustan y que son diferentes se me estén escapando un poco más de las manos de lo que me gustaría, pero ciertamente sin controlar eso tengo mucha menos ansiedad a largo plazo, aunque de nada me vale el relajo si al ver una situación que por dejadez no he podido controlar, toda la ansiedad que no he sentido en ese tiempo por "no tener" que hacerlo viene de golpe.

Tiene que haber un punto medio en algún sitio y quizá no pueda encontrarlo yo sola. Siento que me faltan herramientas, que no estoy mal pero las cosas se me escapan de las manos por no haberlas tratado cuando tenía que hacerlo. Quizá por mi parte me toquen ahora metas pequeñas y pasos chiquitos para parar esta especie de descontrol organizativo que ahora es lo que me afecta. La ambición volverá cuando me vuelva a encontrar en mi sitio, estoy casi segura aunque haya algo de sitio para la duda razonable.

Y volver, quizá, a dormir bien. Bien de verdad, no un poco. Hablarme más conmigo y comunicarme más con las personas que quiero. Volver como Almodóvar. Volver, poco a poco... pero sin pausa. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario