Adoro el sonido del mar chocando contra las olas, aunque la verdad poca gente lo sabe. Hoy, soñe una cosa realmente curiosa por la noche, os cuento.
La playa, por la noche, luna llena. Estaba todo vacío y yo me encontraba sentada en la arena mirando las olas, no había nada a mi alrrededor. El sonido del viento y el mar no me dejaban escuchar ningún ruido de ciudad, ninguno de esos ruidos que tan poco me gustan, no habia ni coches, ni semáforos con voz. Todas las luces estaban apagadas. Aunque me gusta mucho ver las luces de la ciudad a lo lejos, pero no de cerca. De cerca me recuerda que esa luz que ilumina las calles todos los días de nuestra vida para que no nos hagamos daño, ni nos perdamos, para que tengamos menos miedo, son las que no me dejan ver las maravillosas estrellas con su luz. No había gente quejándose, gritando, llorando. De repente sentí unas ganas irrefrenables de tirarme al agua, y bueno, eso hice. No se por que ni se como, pero me sentía bien. Pero luego, vino una corriente, a la que no pude oponerme y me llevó, cada vez más hacia dentro. Entonces, él, saltó, de no se donde, no se por donde aparecio ni como, solo se que me cogió, y me dijo:
- Tranquila, ahora estás conmigo, no dejaré que te pase nada malo.
Y me sentí... bien... me sentí protegida. Y llegamos a la orilla. Dimos un paseo, y estaba empezando a tener frío.
Y mientras estabamos andando, yo me paré, y él, tambien se paró. Yo me caí, y entonces él se tiro conmigo y empezamos a dar vueltas por la arena, y nos levantamos, y empezó a llover.
Perfecto.
He tenido uno de los mejores días de mi vida, ayer, por la tarde, con la persona que mas quiero de todo el mundo.
Y he tenido otro por la noche, soñando despierta.
Adrián García, te amo.
no lo olvides NUNCA ;)
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