Y mañana será otro día. Solo medía hora para un día mas, para una esperanza más.
Por que la esperanza es lo último que se pierde. Y después de haberme tendido la mano como lo ha echo, yo no la voy a dejar ir nunca.
Te prometo un siempre.
Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido.
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