Siempre que te veo me fascina que te haya conocido. Siempre que te miro me pellizco por si acaso estoy dormido. Puede ser que sea un sueño muy profundo, o que de todo este mundo me eligieses a mi
Normal que todo me de un poco igual, si en algún momento me siento un poco mal... Sé que siempre tú me pones la sal.
Siempre que te escribo dejo a un lado los mensajes de otra gente. Y no es porque no quiera a mis amigos, es que mi querer contigo requiere un querer más urgente. Tan urgente como vivo. Y es que siempre me recuerdas, si me olvido, que aunque te vayas, conque hoy estes conmigo me levantas el castigo de vivir mirando atrás.
No hay mejor plan que desayunar después de haber quedado pa cenar... Ahí es donde tú me pones la sal.
Porque, siempre tú, me pones la sal.
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