Como una pequeña gota de lluvia en una ventana, como una gota de rocío al amanecer sobre la hoja de una flor, puede caer una lágrima por una mejilla, insignificante, frágil. Pero una gota de lluvia puede venir seguida de una tormenta, una gota de rocío, de una helada que provoque mas, y una lágrima... Todo tiene un principio, supongo. Todos dicen que soy fuerte, no se porque. Fuerte, yo? Si, claro, pero lo justo, y no precisamente con las cosas que se refieren a él. Es como que...duele más de lo normal con tan solo decir una palabra fuera de su sitio, como que no te das cuenta de lo que esta sucediendo y cada vez te preocupas más y más. Y sabéis que provoca todo esto? El miedo. El miedo no es un aliado, es un enemigo, en este caso, el miedo de perder a alguien.
Pero hay que dejar los miedos de lado, enfrentarse a ellos. Al fin y al cabo, todo desemboca en una tormenta, y después de la tempestad, viene la calma.
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