Quizá deberíamos dejar de planear, y empezar a volar un rato

Te prometo un siempre.

Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido
.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Inventa lo que no existe.

Una vieja canción decía:
"Tú lo sabes todo sobre la realidad del marcado y yo en eso soy un negado. Pero para inventar lo que no existes quizás yo sea mejor... Tú tienes el dinero; yo la fortuna de encontrar flores en la basura. Porque para encontrar lo que no existe quizás sea yo mejor."
Pues entonces, déjate ya de cuentas y de cifras.
¿Sabes decir cuanto amor llevas dentro? ¿Un kilo? ¿Un litro?
No lo sabes, ¿verdad?
Entonces, olvida las matemáticas.
Inventa lo que no existe.
Porque lo que existe es de todos.
Pero si consigues encontrar lo que no existe, bueno, entonces tienes algo sólo para ti. Y si alguien ve lo mismo que tú ves, es que has encontrado alguien que te vive.
No lo dejes escapar. ¡Cógelo! ¡Vívelo! ¡Escríbelo!
Las historias con como las personas.
No están echas para estar solas.
En alguna parte del mundo hay alguien que vive una historia que se refleja en la tuya.
¡Mira a tu alrededor!
Ese alguien no está tan lejos de ti.
Es la otra mitad del libro.
No pierdas el tiempo escribiendo más paginas...
¡Búscalo!
El resto lo escribiréis juntos, como yo hago.

Porque no hay nada más perfecto que dos historias que se entrelazan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario