Otra vez acaba el año.
Ya es costumbre que me pase por aquí para desearos que el que entra sea un buen año para vosotros, y también para hacer balance un poco de lo que ha sido este 2015. Pero la verdad es que en este tiempo han pasado tantas, tantísimas cosas, que hacer balance entre bueno y malo este año sería un poco extraño. Así que hoy me paso por aquí para deciros que este es mi último post del año, y solamente quería daros las gracias.
Gracias a mi familia, por apoyarme siempre, y especialmente a mis hermanas por darme esos sobrinos que son lo que más quiero y el mejor regalo que una hermana pueda recibir.
Gracias a los que me odian o me envidian, a los que piensan que no soy capaz, porque al fin y al cabo si nadie se molesta con lo que has dicho es que no has dicho nada, y realmente sigo aquí, haciendo lo que me gusta, por mi. Gracias a mi chico, que me ha hecho ver y sentir miles de cosas en el poco tiempo que llevamos juntos y me complementa a la perfección.
Gracias a mis profesores, que aún sin que me den clase no paro de aprender de ellos, porque realmente son una especie fantástica. Gracias por ser como sois. No tengo ni idea de como hacéis todos vosotros para aguantarme, entenderme y sobretodo quererme tan bien como lo hacéis y tal y cómo soy yo. Gracias a todos los que hacen sonreír, por todo lo que me dais.
Gracias a todas las noches que me han hecho pensar que los sueños que tengas no se van a cumplir solos, que la meta en la vida de uno tendría que ser ser feliz, sin molestar a los demás. Gracias al teatro que forma una parte fundamental en lo que soy, que me ha hecho conocer a personas fantásticas y aprender millones de cosas nuevas, que me hace sentir y querer más a la vida.
Gracias.
Gracias a todos los que este año en mayor o menor medida han formado parte de mi y de mi vida.
Gracias por todo, y adiós 2015...
Y bienvenido 2016, porque espero grandes cosas de ti, igual que tu de mi.
Feliz año chicos!
Sé feliz con lo que tienes, porque nunca sabes dónde estará tu princesa.