Quizá deberíamos dejar de planear, y empezar a volar un rato

Te prometo un siempre.

Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido
.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Un café, para toda la vida si es contigo.

Este último mes ha sido con diferencia, el mejor... ya no del verano, de todos los anteriores. Te he conocido a ti y, todavía no se como, me quieres. Puede que como yo a ti, pero no más! Y he conocido a gente que me cuida ahora que no puedes estar conmigo aunque quieras. Que está conmigo, que me da abrazos, que nota cuando estoy mal y se arrima a mi y me mira como diciéndome ' Estará aquí antes de lo que piensas, no te preocupes, nosotros estamos aquí para cuidarte cuando él no puede hacerlo y cuando tu tampoco puedes', pero no lo dicen, lo dice su mirada por ellos. No puedo mirar a ninguna parte sin acordarme de ti... Y no es que no me guste, pero tampoco es algo que me apasione acordarme cada dos por tres de que no puedo abrazarte ni besarte todas las veces que quisiera. Nadie me había visto llorar hasta el viernes... Bueno si, tu, una vez. Hace exactamente un mes y dos días, que hoy ya es nueve. Pero no pretendía ponerme a llorar tanto cuando te fuiste. No sé que hubiera echo si ellos no estuvieran allí, todavía estaría llorando ahora, seguro. Mirar a alguien y que solo con verte sepa, que sin palabras, le pides un abrazo, y no solo por que lo quieras, si no porque lo necesitas. Necesitas llorar de vez en cuando en los brazos de alguien por cosas que, quizá, para otras personas no sean importantes, pero para mi lo son todo. No acabo de acostumbrarme a que no estés aquí y lo cierto es que creo que no me acostumbraré, porque todavía no lo he aceptado. Ni parece que mi mente tenga como tarea pendiente el hacerlo. Aún no he empezado las clases y las vacaciones ya se me hacen tan cerca... Estoy deseando empezar, para poder acabar todo y poder volver a verte y quererte como he hecho hasta ahora. O aparecer ahí, un día, sin avisar, aunque tan solo sea para darte un beso de esos que tanto me gustan. Recorrería medio mundo solo para verte una milésima de segundo, ya te lo dije. En realidad, te dije tantas cosas que creo que me repito bastante... Pero me da igual. 
A veces, hace falta estar abajo para que, cuando vuelvas a estar como siempre te sientas mejor que nunca. A veces viene bien que alguien se vaya un tiempo, para así comprobar que lo quieres y lo necesitas realmente mucho más de lo que tu pensabas. Nadie dijo que esto fuera a ser fácil, que no fuera a echarte de menos todos los segundos en los que no estuvieras conmigo, que no fuera a sentirte lejos. Pero tampoco nadie dijo que yo no fuera a quererte cada segundo más que el anterior, que no fuera a esperarte todo el tiempo que me pidas, porque yo a estas alturas, ya no puedo vivir sin ti pequeño, aunque quiera. Y estoy sola... O con gente, pero apartada en un rincón, y veo nuestras fotos, no puedo evitar sonreír al recordar todos los momentos que hemos pasado juntos, en un mes, tan solo. Un mes de los muchos que nos quedan. Pero también hace que me ponga a llorar porque recuerdo como me sentía en ese momento, cuando estaba contigo y me abrazabas. Esos momentos en los que no quería soltar tu mano, no quería soltarte a ti. Porque sabía que si lo hacía, ibas a irte. Y ahora que ya estás allí quiero que sepas que, sin que te dieras cuenta, te has llevado algo que era mío. Se que lo cuidarás como un tesoro, como me cuidas a mi. Pero por si todavía no lo sabes quiero que sepas, que no solo me tienes a mi aquí, para ti, para siempre.
También tienes mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario