Estrujado corazón, sé que recuerdas esos dulces momentos convertidos en amargos adioses, aunque estos no sean para siempre ni mucho menos. Se que guardas los secretos más profundos y que incluso a veces lloras sus ausencias. Sensible corazón, sé que albergarás por siempre todos los momentos compartidos y disfrutados con él. Amoroso corazón, sé que amarás a ese corazón por siempre, que ya ha dejado en ti sensaciones imborrables. Sé, que tu amor siempre irá con el, por muy lejos que se vaya... Y que puedo hacer yo mientras? Pensar en otras cosas, cubrir mi amor? Ese amor mudo que me escarba las entrañas rogándome que lo atienda. Amor que me liga en la inimaginable profundidad del sentir a aquel corazón, disfrutado aunque sea a distancia. Y aunque tenga la certeza inobjetable de saber que está mi corazón unido al suyo, mi ser se ahoga en gritos desesperados de rebeldía, deseando asirme con ellos, en ellos, percibiéndolos con todos mis sentidos. De todas maneras me conformo. Me conformo e intento apaciguarme con los porqués de no estar juntos en todo momento. Seguro que lo estamos más adelante. De todas formas, me rebelo. Mi alma llora por perderme sus días. Me he perdido millones de veces momentos en los que nuestras manos podían haberse unido, sus avaros, su voz, sus ilusiones, su sonrisa... tantas veces y las que aun me quedan por imaginar. Cosas que todavía no han pasado y no paro de soñar, momentos únicos que por el echo de ser tan solo sueños, no superan la realidad. Es el único lugar en el que puedo estar siempre contigo; los sueños. En este momento solo escucho a mi corazón porque es el único que me sostiene para que mis emociones se calmen, esperando el próximo encuentro. Me llevas siempre contigo, por si no lo sabes. Pedacitos de mi misma en ti. Me miro en ti. Soy desde ti. Y tú, ¿de dónde vienes, ser maravilloso? ¿Acaso eres un ángel que ha sido enviado para mi? Que tontería, está claro que sí eres mi ángel.
'Dos rojas lenguas de fuego que, a un mismo tronco enlazadas, se aproximan, y al besarse forman una sola llama. Dos notas que del laúd a un tiempo la mano arranca, y en el espacio se encuentran y armoniosas se abrazan. Dos olas que vienen juntas a morir sobre una plata y que al romper se coronan con un penacho de plata. Dos jirones de vapor que del lago se levantan y al juntarse allá en el cielo forman una nube blanca. Dos ideas que al par brotan, dos besos que a un tiempo estalla, dos ecos que se confunden. Esas son nuestras dos almas.'
No hace mucho me preguntaron que le pediría a una estrella si el deseo fuera a cumplirse. Habéis visto alguna vez una estrella fugaz? Si, es realmente precioso, es mágico. Es increíble como una cosa tan pequeña comparada con el universo puede hacerte sentir tantas cosas al tiempo. A veces la ves, y lloras, aunque ni siquiera tu sepas porque, y siempre, siempre sonríes cuando ves una, mientras pides ese deseo del que tanto te habían hablado antes que se conseguía. Podría decirse que las estrellas fugaces son como nosotros, como las personas, somos pequeños granitos en el mundo, pero podemos hacer grandes cosas, y hay personas que pueden llegar a hacerte sentir lo que nunca nadie había sentido. Que qué le pediría yo a una estrella? Estar contigo hasta que el mundo se haga pedacitos, y cuando eso pase, me dará igual si estoy a tu lado.
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