Quizá deberíamos dejar de planear, y empezar a volar un rato

Te prometo un siempre.

Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido
.

sábado, 13 de abril de 2013

Por el miedo a equivocarnos

Éramos distintos, imposibles y en futuro menos claro entender bien lo que dices me hace sentirme tan raro. Empieza todo a hacerse triste, a quedar del otro lado. Tu también lo prometiste, fuimos dos equivocados. Y ahora este sitio está lleno de noches sin arte, de abrazos vacíos, de mundos aparte, de hielo en los ojos, de miedo a encontrarse, de huecos, de rotos, de ganas de odiarse. Ya lo llevo sintiendo, me quedo sin aire, el cielo ha caído, se muere, se parte. Solo es un infierno sostenido. Solo es un esfuerzo relativo.
Yo no pido casi nada, que se pierdan mis sentidos y se nuble tu mirada. Pero el miedo nos consigue, se hace grande en estas manos, mal recuerdo nos persigue... Fuimos dos equivocados. No quiero escucharte, no insitas prefiero esta vez encontrarte inundando mis ojos esperando a que pase, a que caigamos otra vez.
Y so digo que nunca quise hacerte daño pero todo se nos fue y aunque ahora somos como extraños, yo jamás te olvidaré.
Solo es un infierno sostenido, por el miedo a equivocarnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario