Quizá deberíamos dejar de planear, y empezar a volar un rato

Te prometo un siempre.

Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido
.

sábado, 7 de febrero de 2015

Un baile, corto o largo, sin mirar el reloj.

Hoy voy a empezar confesando que no existe un comienzo suficientemente bueno para este texto. 
Me perdería por las capitales de tu cuerpo cada mañana, y sé que encontraría las 7 maravillas en ti todas las noches. No habría mayor premio que  poder despertar contigo entre las sábanas de la cama, ni mayor tranquilidad que perder la cordura soñándote mientras duermes a mi lado. Porque consigues que pierda el sentido de la realidad y, al mismo tiempo, que encuentre la esencia de las cosas importantes. 
Eres la palabra que no encuentro, el sentimiento que no existe y la emoción que nunca había sentido. Eres el proyecto que nunca tuve y el sueño que no me robaron. Eres tú, y por ser tú, todo ha sido diferente. 
Hoy Melancolía me ha dicho que tranquila, que sólo me va a arrancar unos cuantos suspiros cada vez que te vayas y que las lágrimas, aunque amargas, nos van a saber muy dulces. También ha hablado con Distancia, su mejor amiga, y le ha informado de nuestra situación. Se ve que han estado hablando durante el café de esta mañana y Melancolía ha convencido a Distancia para que, por favor, no nos lo ponga más difícil. Ya las conoces. Se conocen desde hace demasiado tiempo y lamentablemente no las podemos separar. Es aún pronto para que se vayan de nuestras vidas. 
Pero no les reprocho nada, me hacen crecer. Y sé que Melancolía tiene buen fondo, porque aparece cuando menos quiero que lo haga pero a pesar de ser tan inoportuna tiene la bondad de hacerlo para recordarme por qué he sido tan feliz. 
Por eso, cariño, te quiero. Porque sabes convivir con ellas tan bien domo se hacerlo yo. Y es que eres el complemento perfecto para ponerme y salir por la fiesta de la vida. Porque eres todas aquellas expresiones que hablan de encajar, y porque representa todas aquellas ideas que los estudiantes intentas descifrar entre los versos de Bécquer. Sin embargo, contigo es imposible leer entre líneas. Porque no hace falta. La transparencia que me brindas es la octava maravilla que descubro en ti cada día de mi vida. 
Te has dado cuenta? Me permites volar y, a lo alto, puedo verlo todo más claro. Me regalas las alas y me desmontas las cadenas. Me preparas los trampolines pero también colchonetas rellenas de "por si acasos", esos con los que también rellenamos las maletas.
Consigues convencerme, sin hacerlo, de que no hay mejor lugar en este mundo que a tu lado.
'No quiero que me concedas este baile. Quiero que bailes conmigo. Que saques a bailar mis vergüenzas, que me hagas dar vueltas sobre mi misma y que con ello no sólo sea mi centro gravitatoria si no también tu centro de atención.
Quiero que entrelaces tus dedos con los míos a ritmo de vals, que me sorprendas con una bachata o que me hagas el amor al compás de un tango. 
Quiero que bailes sobre mi cuerpo rozándolo en vertical, que no me pidas perdón ni permiso y que conviertas tus preguntas en tajantes imperativos susurrados a pocos centímetros de mi oído. Porque hoy quiero depende de tu rapidez, de tu lentitud, de tus tropiezos o de tus torpes movimientos. 
Yo te concedo mi cuerpo a cambio de que el baile, me lo concedas tú. 
Así que no te limites a mirarme. Acércate a mi, agárrame la mano, acerca mi cuerpo al tuyo y llévate parte de mi suspiro en tu próxima respiración. Arranca mis ganas con tus labios, pasea tu aliento por mi cuello y deja el rastro de algún beso por alguna esquina de mi piel.
Y por último, coge aire. Que la canción tan sólo acaba de empezar.
Felicidades pequeño, que ya es un año y medio lo que llevas aguantándome y sé que muchas veces no resulta nada fácil. Y gracias. Gracias por las alas, la confianza, el amor y la paciencia con la que me quieres.
Consigues que sienta que tú eres mi elección más acertada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario