Quizá deberíamos dejar de planear, y empezar a volar un rato

Te prometo un siempre.

Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido
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lunes, 26 de septiembre de 2022

Todo el universo conocido

Hoy, hace un año, estábamos en Madrid.

Un año. No me puedo creer que haya pasado un año desde el día en el que decidimos que bajar a Madrid en moto a que nos firmasen un libro en pleno septiembre era buena idea. Cada vez que lo pienso solo veo lo tonta que fui al no haberte dicho: "Eh, y si... o sea, y si lo dejamos todo y nos quedamos aquí?". Aunque probablemente me habrías dicho que no, debí al menos haberlo intentado. Si hubiera elegido parar el tiempo, quizá...

Que curioso el tiempo, verdad? Parece que fue ayer cuando pasó todo esto, y sin embargo, han cambiado tantísimas cosas desde entonces. Te he visto crecer, quererte más y cuidarte. Ojalá no deje nunca de  ver como haces eso. Y nuestra relación...joder, si que ha cambiado desde entonces. Sí que ha crecido. Tanto que me llegas desde los dedos de mis pies hasta la punta del pelo más larga que tenga, pasando por todo lo más profundo de mi alma, mi corazón y mi estómago, queriendo regodearte y quedarte a vivir ahí dentro de una manera tan fuerte que me atrevo a decir sin temor a equivocarme que lo vas a conseguir.

Hace un año que decidí luchar por ser feliz contigo, aunque fuera de una manera en la que no estoy acostumbrada. Aunque fuera algo un poco diferente, aunque tuviera que deconstruirme y tratar con muchos de mis demonios y mis miedos. Yo también he crecido contigo y gracias a ti. He aprendido cosas que nunca me imaginaba y te he conocido en sentidos que jamás creí. Y todo lo que me queda, todavía. Y miro todo lo que hemos vivido este año y pienso que ojalá poder mirar al futuro y ver todo esto con la misma claridad. A veces lo sueño. A veces siento que lo tengo todo ahí a punto de tocarlo con mis dedos... 

Por una parte pienso que ojalá todo esto hubiera pasado antes, para poder aprovecharlo. Pero en realidad, de alguna manera sé... Que nos hemos encontrado justo cuando teníamos que encontrarnos. Que lo que tenemos sea eterno mientras dure.

Se me hace tan raro no saber a donde vamos y no tener ni la más remota idea de por donde vamos a seguir creciendo... Porque, aunque no sé hacia donde, sé que vamos a seguir haciéndolo. Porque hablo en serio cada vez que te digo que me desbordas. Que te me sales del corazón de una manera tan grande que no me cabe en el pecho y que cada vez me cuesta más retener ahí. 

Te mereces mucho, mucho más de lo que yo nunca pueda darte. Pero lucharé todos y cada uno de mis días e invertiré todos y cada uno de mis alientos para que, pase lo que pase, mires atrás y pienses... que ha valido la pena. Mereces que te traten bien, que te quieran y que te escuchen. Mereces comprensión y tiempo. El mío el que más. Mereces el amor más bonito que nadie pueda darte. Mereces la luna, las estrellas y el caracol que los recorre. Mereces todo el universo conocido. Aunque solo pueda bajar un poquito hasta un refugio que aparece de vez en cuando en mi habitación. 

Siempre, siempre, siempre voy a cuidar de ti. Este contigo en Madrid, estés tu en Granada o yo en Mérida. Siempre habrá alguien acordándose de ti mirando la nebulosa de su muñeca. 

Ojalá esto no acabe nunca y siga evolucionando tan bonito como lo hace. No voy a soltarte nunca de la mano, mi amor. Siempre habrá un angelillo contigo en cualquier parte equilibrando la balanza. Siempre.


Sé feliz con lo que tienes, porque nunca sabes donde estará tu princesa.

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