Quizá deberíamos dejar de planear, y empezar a volar un rato

Te prometo un siempre.

Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido
.

jueves, 26 de julio de 2012

Bueno. O quizás no.

Pasan muchas cosas en la vida. La verdad, es que hoy he echo algo que nunca esperaba a hacer de esta manera, no siendo necesario. Digamos que he timbrado a la puerta de un viejo amigo, aunque quizá me de una patada. Hay cosas en la vida, en las que tienes que confiar, depositar esperanza, tener fe. Y esta, para mi, es una de ellas. 
Todo irá bien, no pasará nada malo. Esta vez, no. Pensaré bien lo que hago, ahora soy dueña de mis propios actos y de mi depende mi propio futuro. 
Cierra los ojos. Ahora, déjate llevar. Relájate.

No hay comentarios:

Publicar un comentario