Quizá deberíamos dejar de planear, y empezar a volar un rato

Te prometo un siempre.

Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido
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viernes, 6 de julio de 2012

Sueño eterno.

Algo en mi cabeza...no, algo en mi corazón, acaba de hacer click. Me he dado cuenta de que cuando todo estaba perfecto, he intentado mejorar cosas que no había que mejorar y han estallado. Él ha estallado, y to también. Estallado en un torbellino de emociones mala y buenas que se confunden. En un torbellino que aparentemente es tan grande que nadie podría pararlo. A pesar de haberlo intentado, no lo he conseguido. Hasta hoy. Nunca intentes parar una tormenta de emociones con la mente, con la cabeza o con el cerebro. La voz de la experiencia hace mucho tiempo que me ha dicho, y yo he aprendido, que hay que hacer y decir lo que sientes, que hay que usar el corazón. Cierra los ojos. Vamos, ciérralos! Bueno, ahora no, si no no podrás seguir leyendo. Pero cando tengas un hueco, ciérralos. Pero bien eh, no valen trampas. Ahora, busca una mancha negra en tu interior. La ves? No. Yo tampoco la veía. Sigue buscando. Siente lo que pasa. Siente que todo lo que te dicen te entra directo en el corazón, ya sea bueno o malo. La ves ahora? Mírala. Cómo no la has podido ver antes? Es enorme, y ahora lo ves, ahora lo siente. Pronto desaparecerá, ahora que sabes que está ahí, la quitarás.
Y ahora, en un rato, cerraré los ojos. Y me dejaré llevar. Hasta que de repente, me envuelva en sus cálidos brazos Morfeo, y valla a vivir a los sueños.

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