Quizá deberíamos dejar de planear, y empezar a volar un rato

Te prometo un siempre.

Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido
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lunes, 30 de mayo de 2011

Historia de un tatarabuelo, un pato, un elefante rosa, un gay & POCOYÓ!




En un día de lluvia de un remoto pueblo alejado de la costa mediterránea porque Necesitaba salir de allí, así que cogí las maletas, fui al aeropuerto, subí al avión que tenia unas alas así de graaaaaaaaaaaandeees! Y me impresione mucho para hacer que mi tatarabuelo estuviera siempre con un pez amarillo, pues es lo mismo que antes cuando el era joven hace puff… pero mucho tiempo! Bueno pues que en el pueblo me encontré con un cerdo, que tenia un rabo muy raro y demasiado rizado para poder hacer la colada decentemente y alimentar a sus poyos blancos con las cosas que encontrara en el lugar donde estaba es decir en aquel sitio de… La Coruña neno! Es que de verdad, la coruña mola todos lo sabemos, pero al grano, en aquel pueblo con los cerdos y los patos blancos con marcas amarillas en su formado pompis, con una cola, es decir rabo, mas raro que un pene tonto y eso es lo mas importante de aquel pato que, era tonto como un chaval que llego al pueblo hace no mucho. Osea, yo y ese tío que era gay pero ¡estaba cazando conejos! Yo me lo estaba esperando, y me lo tiré porque el era gay y guapo y estaba bueno, yo no soy una furcia pero la tentación me pudo entonces…me lo tiré. Bueno, entonces estaba encima suyo y el cogió y su manubrio me, apareció el pato, y me puso, lo cogí y no me lo tiré porque estaba con Pocoyo y me daba cosa porque pocoyo me quería y claro yo le quería y no iba. Me case con, y no iba a querer a pato porque yo quería mucho a Pocoyo y lo iba a casar con el elefante rosa, me fui del pueblo y morí atropellado.







Por aquellos tiempos, pequeña.

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