Quizá deberíamos dejar de planear, y empezar a volar un rato

Te prometo un siempre.

Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido
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jueves, 9 de abril de 2015

Perdón por los bailes.

El hotel no esta tan mal como pensaba. Hay disparos entre un árbol y una ráfaga de viento en la ventana. En la calle un niño roba a un indigente que se esconde de la gente por vergüenza, no levanta la mirada. Y una puta me sonríe, le hago gracia. Le tiré la flor que adorna la bañera, me recuerda a la escalera que me hacías bajar para besarte. Como una droga cortada me endurece tu recuerdo y ahí me quedo. Voy a tener que volver a pedir que no me pasen llamadas... Ya ves, no hay mas que un cuerpo en el suelo pensando en tu aliento que empieza a gemir. Vas a tener que volver, o no se si esta noche habrá concierto. Ay amor! Que dueles como el viento, que hay sed y todo este desierto, no ves que se me abre la boca. Ay amor! Cargado de recuerdo en la luz que amanece diciendo que tu sonríes más ahora. Hay una mujer maldita que me habla de pie en el bar que esté, un rock and roll y una fotografía a medias. Ay! Hotel con un niño cabrón, con un mendigo robado, con una hombre a mi lado que vino a cobrarme el amor, a pedirme perdón por los bailes. Que vino a matarme, que vino a matarte. Que vino a robarte la voz que en la calle sonrió a tus verdades. Que subió a brindarme el calor que tu cuerpo no me dio. Y si no quieres venir no habrá charco de sangre, y luego llega el desastre de tocarme solo. Ni mas canciones cobardes, ni ramas de escombros. Y si te quieres venir, tráete una copa de vino, una sonrisa carmín, un malecón de suspiros. 

Vuelvo a verte, moreno entre la gente, tan guapo como siempre, pero ahora en los hoteles guardo otra ropa interior. 

Vuelvo a verte sonriendo en los andenes, tapándome la luna, y nunca lavé el coche callando este derroche, gritando yo ninguna. Vuelvo a verte, ay amor!

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