Quizá deberíamos dejar de planear, y empezar a volar un rato

Te prometo un siempre.

Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido
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martes, 1 de marzo de 2011

Recuerdos.

De repente estás un día tan tranquila tirada en el sofá, y te echas a llorar. Te vienen a la mente recuerdos inolvidables que creías que ya ni existían. Lloras por haber dejado pasar momentos en los que podías habertelo pasado bien, lloras porque te has equivocado quizá en alguna parte de tu vida que desearías cambiar, porque echas de menos a gente... Y te pones a pensar en el ahora. Encuentras tu diario y miras todas las cosas que tienes de las personas que quieres, que te han regalado, o has cojido prestadas por tiempo indefinido. Te das cuenta de todo lo que tienes, de que nunca estarás solo en la vida, que por muchas cosas que te pasen siempre estará aguien ahí para recogerte. Que hay un punto en la vida en la que miras hacia atrás, y te das cuenta que lo que queda hoy son los recuerdos. He tenido momentos malos, buenos, peores y mejores y siempre intento quedarme con el mejor granito que hay de ese montón de años. Ahora, es cuando reflexionas tumbada, mirando a la nada si todo lo que has vivido vale la pena. Yo creo que sí. Cada momento es tiempo para aprender, aprender que antes de un llanto vino una risa, de una muerte un nacimiento, de aquellas amistades que iban a ser eternas, las fiestas y las risas, de aquellos suspensos y de aquellos aprobados, de aquellos sueños que teníamos de niños, el presente que nos hemos ganado, de las peleas, las reconciliaciones, de las canciones con las que lloramos y con las que nos quedamos sin voz un sábado por la noche y con un par de zapatos rotos de tanto bailar... Son momentos que en el momento no se aprecian tanto como con el paso del tiempo. Por eso no hay que dejar que un recuerdo te atormente y hay que mirar el lado positivo de las cosas, porque lo que vivimos no se va a repetir dos veces.
Quiere cuando tengas a quien querer, llora cuando tengas motivos para hacerlo, ríe cuando estés feliz, salta cuando haya un charco, mójate en la lluvia, baila con tus amigos, sácale una sonrisa a tus familiares y dales un abrazo, haz reír a alguien que esté triste, ayuda al que lo necesite y perdona a quien se arrepiente En ocasiones, cuando el aire falta, cuando sentimos descomponer nuestros sueños, llegan a nuestras vidas recuerdos de instantes pasados, instantes que nos llenaron de luz, de sonrisas, pero que hoy tristemente nos afligen, nos dejamos invadir de pequeñas nostalgias y nos damos cuenta que en ocasiones dejamos pasar la vida por complicaciones o simplemente por orgullos, olvidamos que lo que nos hace valiosos es que somos diferentes, que lo que nos hace fuertes es que no somos perfectos, que la importancia de la vida no se basa en lo que dure si no en la intensidad con que la vivamos puesto que de esta no nos quedaran los cartones, ni los premios recibidos solo nos quedara lo aprendido, los sentimientos, los instantes que marcaron nuestra existencia, esos pequeños momentos que hicieron 
de nuestro mundo un sol gigantesco.

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